Por Luciano Cruz, abogado socio del estudio Arteaga Gorziglia
Recientemente los Ministerios de Bienes Nacionales y de Energía, hicieron un anuncio conjunto del proceso “Ventana al Futuro”, para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde en inmuebles fiscales.
Este proceso consiste en una invitación para que particulares que tengan interés en el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, puedan ingresar solicitudes de asignación directa de concesiones de uso oneroso de bienes fiscales por hasta 40 años, para construir plantas productoras de hidrógeno verde y de sus derivados (como el caso del amoniaco verde), así como las servidumbres necesarias para tal efecto. Los proyectos deberán tener una capacidad mínima de producción (20 MW de capacidad de electrolizadores) e iniciar su construcción a más tardar el año 2025.
Este es un importante impulso del gobierno, el cual se enmarca dentro de la denominada “Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde”, que busca posicionar a Chile como uno de los principales productores de hidrógeno verde a nivel mundial, y el desafío de alcanzar la carbono-neutralidad como país el año 2050. Según la autoridad, se espera a esa fecha que el hidrógeno verde y sus derivados representen un mercado nacional de US$9.000 millones por año y un mercado de exportación de US$24.000 millones por año.
Este anuncio tiene los siguientes aspectos positivos: (i) acelera y simplifica la asignación de terrenos fiscales para el desarrollo de este tipo de proyectos, evitando que los interesados se vean forzados a entrar en procesos de licitación, que aumenta los plazos y generan incertidumbre respecto de la inversión temprana para el desarrollo de este tipo de proyectos; (ii) tiene una visión más amplia respecto de las necesidades territoriales de estas plantas productoras al incluir también las servidumbres que sean necesarias para el proyecto; y (iii) permite un ordenamiento más eficiente para el uso de los terrenos fiscales.
El proceso Ventana al Futuro ya está abierto y hasta mediados de diciembre se recibirán consultas de posibles interesados. Luego se recibirán solicitudes de concesiones hasta mediados de enero, las que se revisarán y validarán durante el mes de febrero.
Todo lo anterior nos muestra una agenda muy apretada y desafiante que apunta en la dirección correcta y que supone un esfuerzo conjunto del Estado y privados para que Chile no se quede atrás respecto de otros países en la carrera por el hidrógeno verde, generando inversiones, empleo y acelerando la descarbonización de nuestra matriz energética, con los consecuentes beneficios económicos, sociales y ambientales.
Fuente: Revista Electricidad